Los BANCALES aparecen tras El Pambaso. Se trata de un paisaje heroico, levantado con humildad y paciencia para cultivar alimentos optimizando la tierra y el agua, justo con
los materiales más
cercanos. Aquí, piedras oscuras de basalto. Allá, lajas de fonolita.
Cerca de las canteras de toba, regulares sillares claros… y así hasta
conformar una extensión de más de 30 km de muros lineales entre la
ciudad y el Jardín Canario, muchos hoy en
peligro de abandono debido al cambio de los modelos económicos,
conllevando así, una degradación de las funciones ecológicas de estos
paisajes.
Para contextualizar musicalmente la majestuosidad y escala de estas infraestructuras, se ha partido de la escucha y captura de sonidos del paisaje, del viento y su efecto en las pieles plásticas de los cultivos de platanera. La base primigenia de fonolita que caracteriza la piedra del barranco, nos ha llevado a golpe de litófono, desde Telde hasta Togo y Vietnam, para terminar en la cantera de la Isla Kitaki en Japón.
* Dialogando con las presencias y memorias desplegadas en este lugar, los alumnos de la EALPGC realizaron el siguiente site-specific y Dana Joher (Ave pastelería) la siguiente propuesta gastronómica.